Mi Devocional – Mis momentos Con Dios
con Dios
Serie Altar Familiar
Construyendo
mi Relación Como Hijo de Dios.
Tema:1
Bienvenidos a
nuestro altar familiar; Es la hora de nuestra cita con Dios que es el alimento
para el alma, donde recibimos las enseñanzas de Jesucristo que es nuestro pan
de vida, vida eterna.
Después de
vivir una disciplina de consagración El Fruto del Espíritu Santo se produce en
los hijos de Dios; y en la medida que
permitan que el Espíritu Santo dirija y ejerza tal influencia en su vida
destruirá el poder del pecado, sobre
todo las obras de la naturaleza pecaminosa.
Hay cristianos
que piensan que el fruto del Espíritu
Santo solo es para los que van a trabajar en la obra de evangelismo,
pero la palabra de Dios nos aclara que este fruto es la señal del nuevo
nacimiento en el espíritu, de lo contrario no podrás vivir la nueva vida en
Cristo y no podrás agradar a Dios, porque siempre estaremos inclinándonos para
las cosas que le interesan a nuestra humanidad.
San Mateo 3:8. Haced,
pues, frutos dignos de arrepentimiento,
San Mateo 7:16-23. Por
sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de
los abrojos?
- Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol
malo da frutos malos.
- No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol
malo dar frutos buenos.
- Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado
en el fuego.
- Así que, por sus frutos los conoceréis.
- No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el
reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los
cielos.
- Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no
profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu
nombre hicimos muchos milagros?
- Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos
de mí, hacedores de maldad.
San Mateo 12:33-37. O haced el árbol bueno, y su fruto
bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por el fruto se conoce el
árbol.
- ¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis
hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la
boca.
- El hombre bueno, del buen tesoro del
corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.
- Más yo os digo que de toda palabra
ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.
- Porque por tus palabras serás
justificado, y por tus palabras serás condenado.
Cabe decir que no existe un fruto intermedio, nuestra
vida producen el "Fruto Malo" o bien el "Fruto Bueno"
Jesús dijo en San Juan
15:4-12. Permaneced
en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si
no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
- Yo soy la vid, vosotros los pámpanos;
el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de
mí nada podéis hacer.
- El que en mí no permanece, será echado
fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y
arden.
- Si permanecéis en mí, y mis palabras
permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
- En esto es glorificado mi Padre, en
que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.
- Como el Padre me ha amado, así también
yo os he amado; permaneced en mi amor.
- Si guardareis mis mandamientos,
permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre,
y permanezco en su amor.
- Estas cosas os he hablado, para que mi
gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
- Este es mi mandamiento: Que os améis
unos a otros, como yo os he amado.
El fruto del
Espíritu viene y camina junto a aquellos que están en plena comunión con
Dios.
Un creyente
lleno del Espíritu Santo, puede ser llamado "espiritual", esto a
diferencia de otro creyente que no es lleno del Espíritu Santo y la Biblia hace
referencia de ellos como "cristiano carnal".
El carnal es
dominado aun por sus bajas pasiones o deseos de la Vieja Naturaleza, mientras
que el "espiritual" es influenciado completamente por el Espíritu
Santo, su vida será conocida por el fruto del Espíritu Santo y los dones del
Espíritu.
El Fruto es
palpable a través del carácter y personalidad
del creyente, mientras que los dones se manifiestan en el servicio
activo como miembro del "Cuerpo de Cristo".
1. Naturaleza
del Fruto.
La naturaleza
del fruto es espiritual, ningún ser humano natural, aunque posea una moral
irreprensible, podrá proyectar a través de su vida el Fruto del Espíritu.
Por tanto, la
naturaleza del Fruto del Espíritu Santo tiene origen Divino, la misma que es
proyectada a través de los hombres y mujeres regenerados por el Poder de Dios.
(Galatas.5:16-24). Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la
carne.
-Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es
contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que
quisiereis.
-Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
-Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación,
inmundicia, lascivia,
-idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas,
disensiones, herejías,
-envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas;
acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que
practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
-Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,
bondad, fe,
-mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
-Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y
deseos.
Efesios.5:8-14.
Porque en otro tiempo
erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz
-(porque el fruto del Espíritu es en toda bondad,
justicia y verdad),
-comprobando lo que es agradable al Señor.
-Y no participéis en las obras infructuosas de las
tinieblas, sino más bien reprendedlas;
-porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos
hacen en secreto.
- Mas todas las cosas, cuando son puestas en
evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que
manifiesta todo.
-Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y
levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo.
Efesios 5:9-11. (Porque
el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad),
- comprobando lo que es agradable al
Señor.
- Y no participéis en las obras
infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas;
Filipenses 1:9-11. Y esto pido en oración, que vuestro amor
abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento,
- para que aprobéis lo mejor, a fin de
que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo,
- llenos de frutos de justicia que son
por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.
A continuación
veamos la lista y significado de las características del fruto del Espíritu
Santo.
AMOR.
Es el interés y
búsqueda del mayor bien de otra persona sin móviles de ganancia personal
Romanos
5:5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en
nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
1ª
Corintios 13:4-8 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es
jactancioso, no se envanece;
-no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se
irrita, no guarda rencor;
-no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad.
-Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo
lo soporta.
-El amor nunca deja de ser; pero las profecías se
acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.
Efesios
5:2 Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por
nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.
Colosenses
3:14 Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es
el vínculo perfecto.
Este amor no es
impuro de pasión carnal, ni se contamina con el pecado. Halla su satisfacción
en amar a su prójimo.
Lucas
23:34. Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo
que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.
Este amor se
manifiesta hacia Dios y hacia el prójimo
Marcos
12:30-31 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y
con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el
principal mandamiento.
-Y el segundo es semejante:
Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.
Juan
15:12 Este es mi
mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.
GOZO
Nos revela una
notable combinación del amor con el gozo. El gozo es lo opuesto al pesimismo,
el gozo es la sensación de alegría con el amor
2ª
Corintios. 6:4-10 antes bien, nos recomendamos en todo como
ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en
angustias;
-en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos;
-en pureza, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo,
en amor sincero,
-en palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a diestra y
a
siniestra;
-por honra y por deshonra, por mala fama y por buena fama; como
engañadores, pero veraces;
-como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, mas he aquí
vivimos; como castigados, mas no muertos;
-como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a
muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo.
2ª
Corintios 6:10 como entristecidos, mas siempre gozosos; como
pobres, mas enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo
todo.
Filipenses
1:4. siempre en todas mis oraciones rogando con gozo
por todos vosotros,
1ª
Pedro 1:8 a quien amáis sin haberle visto, en quien
creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso;
PAZ
Es la
tranquilidad segura del alma, la paz es lo opuesto a la angustia, al miedo, a
la irritabilidad, a la amargura, etc.
Los que caminan
en paz sin remordimientos, son los que conocen que no tiene nada de qué
avergonzarse.
Esta paz no
debe ser espantada por nada ni por nadie.
Es la paz que
el mundo no ofrece, es la paz que ofrece el Señor.
Juan
14:27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy
como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
Isaías
53:5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido
por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga
fuimos nosotros curados.
PACIENCIA:
Es la
constancia, conformidad; es ser lento para el enojo o la desesperación.
Es la capacidad
de resistir ante la prueba sin enojarse, resentirse o desalentarse.
Lucas
7:37-50. Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús
estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume;
- y estando detrás de él a sus pies, llorando,
comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y
besaba sus pies, y los ungía con el perfume.
- Cuando vio esto el fariseo que le había
convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de
mujer es la que le toca, que es pecadora.
- Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una
cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di, Maestro.
- Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y
el otro cincuenta;
- Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía
quinientos denarios, y el otro cincuenta;
- Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a
quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado.
- Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y
no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los
ha enjugado con sus cabellos.
- No me diste beso; mas ésta, desde que entré,
no ha cesado de besar mis pies.
- No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha
ungido con perfume mis pies.
- Por lo cual te digo que sus muchos pecados le
son perdonados, porque amó mucho; más aquel a quien se le perdona poco, poco
ama.
- Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados.
- Y los que estaban juntamente sentados a la mesa,
comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste, que también perdona pecados?
- Y los que estaban juntamente sentados a la mesa,
comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste, que también perdona pecados?
Colosenses
1:9-11 Por lo cual también
nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de
pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e
inteligencia espiritual,
- para que andéis como es digno del Señor,
agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el
conocimiento de Dios;
- fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para
toda paciencia y longanimidad;
BENIGNIDAD:
Este término
significa ternura, compasión, dulzura (Total no parcial) sin acepción de
personas.
Es no querer ni
buscar ofender a nadie ni Causarle dolor.
Efesios 4:31-32 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira,
gritería y maledicencia, y toda malicia.
- Antes sed benignos
unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también
os perdonó a vosotros en Cristo.
BONDAD:
Este término
significa hacer lo bueno, también en la corrección. Es la benignidad en obras
Romanos
15:14 Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos
estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis
amonestaros los unos a los otros.
Efesios
5:9 (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia
y verdad),
Juan
4:15-23 La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que
no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla.
- Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá.
- Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has
dicho: No tengo marido;
- porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido;
esto has dicho con verdad.
- Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta.
- Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en
Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.
Jesús le dijo: Mujer,
créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al
Padre.
- Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos;
porque la salvación viene de los judíos.
- Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán
al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores
busca que le adoren.
Juan
8:1-7 y Jesús se fue al monte de los
Olivos.
- Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado
él, les enseñaba.
- Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida
en adulterio; y poniéndola en medio,
- le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de
adulterio.
- Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué
dices?
- Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado
hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.
- Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de
vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.
Gálatas
6:1 Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna
falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre,
considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.
Tanto la bondad
con la benignidad son características parecidas del carácter de una persona, en
la forma de tratar y actuar con los demás.
FE:
Es la fe que
brota y crece en el corazón, no aparentando confianza en Dios, por lo contrario
demostrando entera confianza en Dios. Es la fe que va creciendo.
San
Mateo 6:31-34. No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o
qué beberemos, o qué vestiremos?
- Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre
celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
- Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas
cosas os serán añadidas.
- Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana
traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.
San
Mateo 26:39,41-42. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana
traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.
- Velad y orad, para
que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la
carne es débil.
- Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo:
Padre mío, si no puede
pasar de mí esta copa
sin que yo la beba,
hágase tu voluntad.
MANSEDUMBRE:
El significado
de este término es tranquilo, sumiso.
Es un fruto
nacido en el corazón y esto no significa cobardía. Esto también implica que
cuando se nos haga daño o se abusa de nosotros, no debemos guardar ni mostrar
resentimiento o amenazar ni vengarnos.
San
Mateo 26:6-13,64-68. Y estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso,
- vino a él una mujer, con un vaso de alabastro de perfume de gran precio,
y lo derramó sobre la cabeza de él, estando sentado a la mesa.
- Al ver esto, los discípulos se enojaron, diciendo: ¿Para qué este
desperdicio?
- Porque esto podía haberse vendido a gran precio, y haberse dado a los
pobres.
- Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué molestáis a esta mujer? pues
ha hecho conmigo una buena obra.
- Porque siempre tendréis pobres con vosotros, pero a mí no siempre me
tendréis.
- Porque al derramar este perfume sobre mi
cuerpo, lo ha hecho a
fin de prepararme para la
sepultura.
- De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo
el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella.
- Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y además os digo, que desde ahora veréis
al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las
nubes del cielo.
- Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: ¡Ha
blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora mismo habéis
oído su blasfemia.
- ¿Qué os parece? Y respondiendo ellos, dijeron: ¡Es reo de muerte!
- Entonces le escupieron en el rostro, y le dieron de puñetazos, y otros
le abofeteaban,
- diciendo: Profetízanos, Cristo, quién es el que te golpeó.
San
Mateo 27:30,39. Y escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en
la cabeza.
- Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza,
Efesios
4:2 con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con
paciencia los unos a los otros en amor,
TEMPLANZA:
Cuyo significado
es fuerza, poder y domino de sí mismo, Es la auto negación ante el ofrecimiento
de los placeres y pasiones de la carne.
En los casos
donde aparece este término es para indicar el dominio propio frente a las
inclinaciones pecaminosas de la naturaleza caída.
Pedro el
apóstol incluye este fruto como una importante virtud para el perfeccionamiento
del cristiano.
2ª
Pedro.1:5-7 vosotros también, poniendo toda diligencia por esto
mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento;
- al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la
paciencia, piedad;
- a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.
Proverbios
16:32 Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; Y el que se enseñorea de
su espíritu, que el que toma una ciudad.
1ª
Corintios 7:9 pero si no tienen don de continencia, cásense,
pues mejor es casarse que estarse quemando.
1ª
Corintios 9:25 Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para
recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.
EL DOMINO PROPIO. Como fruto del Espíritu es la dependencia del Espíritu Santo.
El mejor
testimonio de vida que podemos guiarnos para saber comprender la importancia de
este fruto del Espíritu Santo es la vida
de Jesús, si no estamos llenos del Espíritu Santo no podremos seguir e imitar a
Jesús.
Debemos ser
como Jesús no solo hablar de Jesús y sus enseñanzas.
Jesús fue
resucitado por vivir en santidad, sino vivimos de esta forma no veremos al
Señor.
La biblia dice en 2ª Timoteo 1:7-8.
Que
Dios nos Dio Espíritu de dominio propio y no de cobardía.
Dios nos dio su
Espíritu para ayudarnos a cumplir su obra en esta tierra, mientras viene por
nosotros, y su obra es dar a conocer su amor y no solo darlo a conocer ,sino
que debemos vivir en su amor el cual nos trae regalos lo cuales vamos a conocer
en esta lección.
Dios nos ha
dado dones, talentos, y su Espíritu
el cual da a
nuestra vida unas cualidades de carácter que nos hacen a semejanza de él, y nos
servirá para soportar con gozo las aflicciones de este mundo.
Antes de Su
arresto, juicio y crucifixión, el Señor Jesús pasó una última noche con Sus
discípulos. Usó ese tiempo para consolarles e instruirles. Dio también a Sus discípulos
este mandamiento: “Amaos los unos a los otros”.
El Señor
Jesús dijo:
“Un mandamiento nuevo os doy: Que os
améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a
otros" (San Juan 13:34).
Este
mandamiento se encuentra en muchas partes de la Biblia, como por ejemplo:
Este es mi mandamiento: Que os améis
unos a otros, como yo os he amado
(San Juan 15:12).
(San Juan 15:12).
Porque toda la ley en esta sola palabra
se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo (Gálatas 5:14).
Porque este es el mensaje que habéis
oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros (1 Juan 3:11).
Y nosotros tenemos este mandamiento de
él: El que ama a Dios, ame también a su hermano (1 Juan 4:21).
Y ante todo, tened entre vosotros
ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados (1 Pedro 4:8).
Este
mandamiento de amarnos unos a otros tiene una importancia especial dada por el
Señor Jesús mismo. Jesús dijo que obedecerle sería la característica que
identificaría a Sus discípulos. Él dijo:
En esto conocerán todos que sois mis
discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros (Juan 13:35).
El Significado
de este Mandamiento del Señor
El
mandamiento del Señor Jesús de amarnos unos a otros significa dos cosas:
A los
cristianos se nos manda amarnos unos a otros. No es una cuestión de si queremos
o no amar a los otros creyentes. Es el mandamiento de nuestro Señor. No amar a
otro creyente es desobedecerle. El Señor Jesús dijo:
Esto os mando: Que os améis unos a otros (Juan 15:17).
Amarse unos a
otros no significa solamente amar a aquellos creyentes por quienes sentimos una
simpatía espontánea. Significa amar a todo creyente.
El apóstol
Juan dijo que amarse unos a otros es la prueba de que hemos nacido de nuevo.
Juan escribió:
Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en
que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en
muerte (1 Juan 3:14).
Las Diferentes
Clases de Amor
Puesto que el
amor es de
tanta importancia para la vida de un creyente, necesitamos comprender lo que
Jesús quiso decir cuando nos mandó amarnos unos a otros.
El idioma
griego tiene varias palabras para expresar el concepto del amor:
1. EROS — La palabra
“eros” se usa para describir el amor al placer, el amor a lo que me agrada a
mí.
2. PHILIA — La
palabra “philia” se usa para describir el amor que atrae. Es el amor cálido y
el cariño que encontramos en una amistad íntima.
3. ÁGAPE — La palabra
“ágape” se usa para describir el amor de Dios. El amor ágape es ese
amor que tiene el Padre por Su Hijo amado.
Jesús dijo a
Su Padre: Me has amado (ágape) desde antes de la fundación del mundo (Juan 17:24).
El amor ágape es
también el amor que Dios tiene por la raza humana.
La Biblia
dice: Porque de tal manera amó
(ágape) Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que
en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna (Juan 3:16).
Sorprendentemente,
este amor ágape es el mismo amor que Jesús mandó que nos tuviéramos unos a otros.
Jesús dijo: Este es mi mandamiento: Que os améis (ágape) unos a otros, como yo os he amado (Juan 15:12).
¿Qué es el Amor
Ágape?
No es fácil
definir el amor ágape. Es algo interior que se manifiesta por sus acciones. El amor ágape se ve
más claramente cuando contemplamos el hecho de que Dios dio a Su Hijo para
morir por nosotros siendo aún pecadores.
La Biblia
dice: Mas Dios muestra su amor (ágape) para con nosotros, en que siendo aún
pecadores, Cristo murió por nosotros (Romanos
5:8).
En esto consiste el amor (ágape): no en que
nosotros hayamos amado a Dios, sino en
que él nos amó a nosotros, y envió a Su Hijo en propiciación (sacrificio) por
nuestros pecados (1 Juan 4:10).
Estos
versículos nos ayudan a entender lo que es realmente el amor ágape. El amor ágape es ese amor que se da y se sacrifica por el bien de otra persona.
La
característica principal del amor ágape es que carece totalmente de egoísmo. No
busca su propio interés, sino que siempre busca lo mejor para la otra persona.
El capítulo 13
de 1 Corintios se llama el “capítulo del amor” porque
nos dice cómo actúa el amor. He aquí la forma en que el amor ágape se expresa:
El Amor Viene de
Dios
En nosotros
mismos no
existe la clase de amor que Dios pide. Pero Dios nunca nos manda hacer algo sin
darnos el poder para hacerlo.
¿Cómo nos
ayuda Dios a amarnos unos a otros con amor ágape? Él nos da el Espíritu Santo para que more en nosotros. El
mismo Espíritu que mora en el Padre y en el Señor Jesucristo, mora ahora en
nosotros. Ese amor ágape que está en el corazón de Dios, fluye hacia nosotros y, de nosotros,
hacia los demás por el poder del Espíritu Santo.
La Biblia
dice:
. . . el amor de Dios ha sido derramado
en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado (Romanos 5:5).
El amor ágape no
proviene de nuestros propios esfuerzos, ni de nada en nosotros. Es el “fruto del Espíritu”. La Biblia dice:
El fruto del Espíritu es amor (ágape). . . (Gálatas 5:22).
El amor de Dios fluye desde nosotros hacia los
demás cuando
nos rendimos a Él para ser canales de Su amor. Podemos decirle a una
persona: “Te quiero porque Dios
ha puesto en mi corazón Su maravilloso amor”. Este amor ágape es tan
poderoso que puede hacernos amar aún hasta a nuestros enemigos.
Fue el
amor ágape el que hizo posible al primer mártir, Esteban, orar por aquellos
mismos hombres que lo apedreaban hasta matarlo.
Cómo Querer a
una Persona Difícil de Amar
Aunque somos
uno en espíritu con todos los creyentes, somos completamente diferentes de los demás
en nuestra alma y personalidad. Porque nuestra personalidad es tan diferente,
hay personas a las que nos sentimos atraídos espontáneamente y otras a las que
no. Esto no es pecado. Dios nos hizo diferentes unos a otros, y por lo tanto,
tenemos diferentes gustos y antipatías. Jesús no dijo que tenemos que sentir
agrado por cada creyente sino dijo que debemos amarlos a todos. No amar a otro
cristiano es PECADO.
La Biblia dice:
El que no ama a su hermano, permanece en
muerte. Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún
homicida tiene vida eterna permanente en él (1 Juan 3:14–15).
En este mismo
momento, puede ser que Dios te esté hablando acerca de alguien a quien tú no
amas: tal vez un pariente, un miembro de la iglesia local o alguien más. Puede
ser que te estés diciendo: “Sé
que debo amar a esa persona, pero ¿cómo lo hago?” He aquí los
pasos:
Esa falta de
amor en mi
corazón, que llamamos desamor, es pecado. Cuando tengo una mala actitud en
mi corazón, debo reconocerlo y confesarlo a Dios como pecado. La sangre de
Jesús me limpia de todo pecado que confieso como tal, pero no debo hacer
excusas por mi pecado sino confesarlo.
Luego debo
voluntariamente tomar la decisión de ser librado del pecado del desamor. El
amor no es sólo un asunto de la voluntad; sin embargo nunca seré liberado del
pecado del desamor a menos que de mi propia voluntad yo escoja ser liberado.
Debo decir: “Yo escojo ser
liberado de este pecado del desamor”.
Puedo ser
liberado de cualquier pecado confiando en la verdad de que, en Cristo, morí a
ese pecado.
La Biblia
dice: ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el
pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos
muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? (Romanos 6:1–2).
Ningún
cristiano debería continuar viviendo en pecado. ¿Por qué? Porque, en Cristo, ha
muerto al pecado. Y, en Cristo, morimos al pecado del desamor. Hagamos de estos
versículos una aplicación personal:
¿Qué, pues diré yo? ¿Perseveraré en este
pecado del desamor para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque yo, que
he muerto al pecado, ¿cómo viviré aún en él?
¿Debo ser un esclavo de este pecado del
desamor por el resto de mi vida? ¡No! La Palabra de Dios dice que he muerto a
este pecado. Debo dar este paso por fe, creyendo en la Palabra de Dios.
No puedo
controlar mis
sentimientos, pero puedo controlar mi voluntad. Yo no puedo hacerme sentir un
sentimiento de amor hacia alguien, pero puedo optar por amar a esa persona. Si
hago esa elección y sigo firme, veré que mis sentimientos con el tiempo
seguirán la elección de mi voluntad. Lo que es importante recordar esto: soy controlado por las
decisiones de mi voluntad y no por mis sentimientos.
Puede ser que
tú te digas: “¿pero, qué si esa
persona no responde a mi amor?” Tú puedes amarla de todos modos.
Jesús dijo: Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.
Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen,
haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os
persiguen (Mateo 5:43–44).
Pablo dijo en
Romanos 7 que él
podía “querer” o escoger el bien, pero que no podía hacerlo en sus propias
fuerzas. Él aprendió que tenía que depender del Espíritu Santo obrando en él,
para lograr hacer el bien.
Así es con nosotros
también. Yo puedo escoger amar a alguien a quien no amo, pero veré que, por mí
mismo, no puedo hacerlo. Debo depender del Espíritu Santo dentro de mí, para
que me ayude a amarlo. Él lo hará, pero yo debo tomar la decisión. Debo decirle
a Dios: “Señor, yo elijo amar a
aquella persona. Por mí mismo no puedo hacerlo, pero estoy confiando en ti, que
me ayudarás”.
Dios siempre está listo
para ayudarnos a llevar a cabo una decisión que esté de acuerdo con Su Palabra.
Pero nosotros debemos escoger hacer esa decisión.
La Biblia dice: Determinarás asimismo una
cosa, y te será firme. . . . (Job
22:28).
A veces, aún
después de haberle pedido a Dios
que intervenga, nada parece suceder. ¿Qué hago en ese caso? Empiezo a orar por
aquella persona. Pido que Dios la bendiga y la ayude. Muchas veces mientras oro
fervorosa y sinceramente por la bendición de Dios sobre la otra persona, Dios
obra en mi corazón para cambiarme a mí.
Criticar a
otro creyente, o
no amarle porque no es semejante a mí, es desconocer el maravilloso plan de
Dios. ¡Dios quiere que seamos diferentes los unos de los otros! Nos hizo a
todos diferentes para que cada uno pudiera, de una manera especial, mostrar la
gloria de Cristo. Al percibir yo el grandioso plan de Dios, apreciaré y
estimaré a cada creyente porque él es precioso para Dios y capaz, de una manera
única y especial, de manifestar esa gloria.
Jesús le dijo al hombre de
la mano seca que extendiera su mano.
Al obedecer al Señor, el
hombre sintió el poder de Dios entrando en su vida y habilitándole para hacer
lo que antes no podía hacer “Otra vez entró Jesús en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía
seca una mano.
-Y le acechaban para ver si en el día de reposo le sanaría, a fin de poder
acusarle.
-Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en
medio.
-Y les
dijo: ¿Es lícito en los días de reposo hacer bien, o hacer mal; salvar la vida,
o quitarla? Pero ellos callaban.
-Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de
sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le
fue restaurada sana.
-Y
salidos los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él para
destruirle.”(Marcos 3:1–6).
Si tú no
quieres a alguien, de todos modos haz por él lo que harías si lo quisieras. Podrías
preguntar: “¿No estaría actuando
yo como un hipócrita en tal caso?” No, no estarías actuando así. Tú
tienes dentro de ti la vida de Cristo y también tu pecaminosa vida propia.
Debes escoger cuál expresarás. No es hipocresía, si escoges expresar la vida de
Cristo y Su amor hacia una persona aunque tú no lo sientas.
No tienes que
tener el sentimiento de amor para actuar con amor. El escritor cristiano, C.S.
Lewis, dijo:
La regla para todos nosotros es muy
sencilla. No pierdas tiempo pensando si amas a tu prójimo; actúa como si lo
amaras. Tan pronto como hacemos esto, aprendemos uno de los grandes secretos.
Cuando te conduces como si amaras a alguien, pronto llegarás a amarlo de
verdad.
¿Cómo puede
la gente “ver” al Dios que no se ve? Sólo hay una forma; deben verlo a Él en Sus
hijos. El apóstol Juan dijo: Nadie ha
visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y
su amor se ha perfeccionado en nosotros (1
Juan 4:12).
¿Qué está
diciendo Juan? Está diciendo esto: nadie puede ver a Dios con sus ojos. Si nos
amamos unos a otros, el mundo podrá “ver” al Dios invisible cuando ve Su amor
manifestado en nosotros. Este amor Ágape tiene un poder más allá de toda
medida.
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