¿Tú
le tienes un altar en tu casa al Señor?
Nos
empobrecemos espiritualmente si limitamos nuestro contacto con Dios solamente
para cuando estamos en los cultos formales de la congregación.
DIOS NO HABITA EN TEMPLOS HECHOS POR MANOS HUMANAS
Texto: Hechos 7:48. Si bien el Altísimo no habita en templos hechos de mano,
como dice el profeta:
49
El cielo es mi trono, Y la tierra el estrado de mis pies. ¿Qué casa me
edificaréis? dice el Señor; ¿O cuál es el lugar de mi reposo?
50
¿No hizo mi mano todas estas cosas?
51
¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís
siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros.
Dios había establecido con suma claridad
a través de todo el Antiguo Testamento -aun cuando les dio a los israelitas los
modelos para el tabernáculo y para el templo- que Él no habitaría en un
determinado lugar geográfico. Salomón reconoció esta verdad.
En el primer libro de los Reyes, capítulo 8,
versículo 27,
leemos lo siguiente: "Pero ¿es verdad que Dios habitará sobre la tierra?
Si los cielos, y los cielos de los cielos, no te pueden contener; ¿cuánto menos
esta casa que yo he edificado?"
Ahora, aquellos hombres en el Antiguo
Testamento se dieron cuenta de que Dios el Creador, el Dios vivo, no podía
vivir en un edificio que había sido construido por hombres.
Las personas vivimos en un universo que
Dios nos ha hecho.
¿Por qué entonces tuvieron la idea de
que les era posible crear un edificio en el que Dios fuera a vivir?
Vemos
también en: Hechos
17:24-25. El Dios que hizo el mundo y
todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita
en templos hechos por manos humanas.
-Ni
es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien
da a todos, vida y aliento y todas las cosas.
En varios
pasajes bíblicos nos habla que la iglesia de Jesucristo se movía a través de
las personas, esa iglesia tenía pies y tenía manos y Jesucristo nos mostró los
lugares donde la iglesia se desplazaba y nos mostró los diferentes tipos de
reunión. Había iglesias de sinagoga, iglesias de casas o calles, iglesias en el
desierto, iglesias en la playa, iglesias en la barca, iglesias que caminan
sobre el
mar, y las iglesias de fuego….
También
vimos como Jesús nos mostró a través de la escritura que la iglesia no es un
edificio, no es una construcción, no es un inmueble, entonces la iglesia se
podría definir como una asamblea, o un número general de personas que buscan un
fin común, adorar a nuestro Dios…
Así que
vamos a seguir estudiando y analizando lo que mostro el Señor Jesús para este
tiempo…
Ahora sin
más vueltas La pregunta es ¿Dónde se deben de reunir los cristianos? En un
edifico, en una construcción, en una estructura o en las iglesias de casas,
*calles, *plaza, *en el desierto, *en la playa, *barca…
Usted no se
ha preguntado esto…
Siempre que
haya una duda, inmediatamente vayamos a Jesús y el en su palabra nos revela y
aclara todas las inquietudes…
La biblia
dice y nos muestra porque Jesús no los llevo al templo;
Y fue porque
él quería establecer una iglesia en movimiento, él quería establecer una
iglesia de pies y manos, una iglesia sobrenatural…porque donde hacia toda clase
de señales, toda clase de milagros, toda clase de sanidades fue en la calle, en
las casas, en las aldeas, con el vecino, con el amigo, con el pariente…
Con esto no
estoy queriendo decir que no
debamos
reunirnos en el templo estipulado para la reunión de los santos, ¡No! Sino por
lo contrario que no debemos limitar nuestra búsqueda de Dios a un solo sitio en
especial, sino que aprovechemos bien el tiempo y busquemos entrar en su
presencia y en la meditación de su palabra en todo momento, en todo lugar y las
veces que podamos, a solas y en familia, con los amigos, etc.
Es por eso
que Jesús dijo: Porque donde están dos o tres
congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. San Mateo 18:20.
Es necesario
reunirnos en todo momento y escoger diferentes lugares para tomar decisiones y
planificar nuestra vida, para corregir o aconsejar a nuestra familia, amigos, y
arreglar los diferentes conflictos que se nos presentan a diario, buscando la
dirección y el consejo de las enseñanzas y declaraciones verbales de cristo.
Pero el
hombre natural no concibe las cosas del Espíritu, porque para él le son
locura,
escuche bien esto: Jesús no vino a establecer una religión, Jesucristo
no vino
establecer una doctrina, Jesús no vino a establecer una institución, Jesús no
vino a establecer un edificio…
Jesús vino a
profetizar que el REINO DE LOS CIELOS YA SE HABIA ACERCADO, y dio a conocer en
que consiste ese reino, consiste en UNA
IGLESIA DE AMOR, EN UNA IGLESIA DE PODER, EN UNA IGLESIA DE AUTORIDAD, EN UNA
IGLESIA DE RESTAURACION, en una iglesia en movimiento…En otras palabras Jesús
vino a establecer una relación personal con su creación para hacerlos sus hijos.
Y mientras
que los sacerdotes y fariseos esperaban a un libertador, Jesús vino
a deshacer
las obras del enemigo, mientras que el pueblo veneraba y adoraba
al templo,
Jesús vino a establecer su templo en cada uno de nosotros.
Pablo continuo hablando a los atenienses
y les dijo aquí en el
versículo 25:
"ni es honrado por manos de hombres, como si necesitara de
algo, pues él es quien da a todos vida, aliento y todas las cosas."
Aquí, Pablo dio una claridad. No solo
les dijo que Dios era el Creador, sino que Él tampoco necesitaba nada de ellos.
Y aquí estaban ellos, que habían tratado de edificarle un templo.
Traían sus ofrendas para aplacar a este
Dios no conocido. Querían que este Dios no conocido supiera que pensaban en Él.
Entonces Pablo les dijo que Dios no
necesitaba nada de ellos. Dios, por el contrario, es el que nos da. Nos provee
a todos; le da a usted y a mí todo lo que necesitamos. Nos da la vida, nos da
Su aliento. Nos ha dado el sol, la luna, y las estrellas. Nos ha provisto todas
las cosas.
Estos atenienses adoraban el sol. Decían
que Apolo venía arrastrando su carro de dos ruedas a través del cielo, todos
los días. Pero, Pablo les dijo que eso no era verdad y que el sol era algo que
Dios había creado como un regalo para los seres humanos. El Creador es el Dios
viviente y el dador de todas las cosas.
A propósito,
también nos da la salvación. No solo nos proporciona las cosas físicas, sino
que también nos da los dones espirituales.
SOMOS
TEMPLO DE DIOS
Leemos en 1º de Corintios capítulo 3 versículos 16 y 17, que
nos dice así:
¿No
sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si
alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo
de Dios, el cual sois vosotros, santo es.
Cuando Dios creó
al hombre, lo creó a Su imagen y semejanza, lo hizo con un propósito: que el
ser humano fuera templo del Espíritu Santo.
Dios hizo al hombre para poder habitar en él y le
dio espíritu para que viviera en comunión con el Espíritu de Dios.
Dice la Biblia
que Dios no habita en templos hechos por manos de hombres. Pero cuando entró el
pecado en la humanidad, el hombre no pudo ya ser templo de Dios por cuanto
había pecado y permitió que el espíritu de Satanás entrara en él, y el Espíritu
que Dios puso en el hombre fue contristado.
Su espíritu
había muerto y ya habitaba y dominaba en el hombre el espíritu de error o de
Satanás.
Por eso en
el nuevo pacto, Cristo antes de morir en la cruz del calvario y antes de
resucitar, les dijo a sus discípulos “A ustedes les conviene que yo me vaya,
porque si yo me voy, entonces desde el cielo enviaré sobre vosotros el Espíritu
Santo, el cual estará en vosotros, el espíritu de verdad al cual el mundo no
puede recibir, pero vosotros lo conocéis”
El espíritu de verdad, de poder, de consejo, ¡el espíritu de
gracia! Ese es el espíritu que se movió en Jesús y le ungió para que hiciera la
obra que hizo.
Pudo hacer
esa obra a causa de la unción y del espíritu que tenía -y que recibió cuando
fue engendrado, y que después de ser bautizado, Su Padre dijo: “este es mi hijo
amado en quien tengo complacencia”-. Jesús fue ungido y comenzó su ministerio.
Hasta ese
momento Él había sido un carpintero pero desde entonces fue el hijo de Dios
obrando con poder en el mundo y los muertos se levantaron; los paralíticos
caminaron; los sordos oyeron y los
endemoniados fueron
liberados.
El poder y
la gloria de Dios se manifestaron a través de Cristo.
En la
antigüedad cuando el templo fue inaugurado dice que la gloria de Dios bajó
sobre el templo y los sacerdotes no podían estar ahí adentro ministrando por la
gloria que había en ese lugar.
Eso era
solamente sombra, de lo que sucedería después: Jesucristo dejó una promesa,
¡que Él iba a llenar nuestro ser con su Espíritu Santo! Esto sucedió por
primera vez en Pentecostés después de la resurrección de Cristo, en medio de
creyentes que oraban y esperaban la promesa del padre, allí descendió el
Espíritu Santo.
Así se
inició una nueva era, la era en la cual la ley de Dios ya no se escribe más en
libros ni en piedras sino como dicen las Escrituras: “yo escribiré mi ley en
sus corazones”.
1ª Corintios 3:16. ¿No saben que ustedes son templo de Dios
y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?
1ª Corintios 6:19. ¿Acaso
no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al
que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños;
20 fueron
comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios.
Es necesario
dedicar tiempo para nuestra comunión con Dios en nuestro hogar.
Si no le tienes un Altar familiar, no te preocupes hoy es el día puedes
empezar a programar tu cita con Dios.
Vas a comprobar
que rico es pasar tiempo apartado, en nuestro hogar para hablar con Dios en
familia, o en privado como lo desees.
Dios nos invita
a la intimidad con él.
Apocalipsis 1:6. Al que ha hecho de nosotros un reino,
sacerdotes al servicio de Dios su Padre, ¡a él sea la gloria y el poder por los
siglos de los siglos! Amén.
Apocalipsis 5:10. De
ellos hiciste un reino; los hiciste sacerdotes al servicio de nuestro Dios, y
reinarán sobre la tierra».
La biblia lo
dice de esta manera 1 Corintios 6:19. Nosotros somos el templo
del Espíritu Santo.
La creencia
hebrea DICE que el Tercer Templo O EL ULTIMO TEMPLO de Jerusalén será
reconstruido con el advenimiento del mesías del judaísmo, por un lado eso es
cierto, ya se están haciendo los preparativos para levantar ese
templo.
Pero
mientras pase eso usted debe de saber que NOSOTROS SOMOS EL TEMPLO DEL ESPIRITU
SANTO.
Pero
recordemos que el hombre por su naturaleza pecaminosa siempre quiere lo mejor,
siempre quiere lo bueno, y siempre quiere reconocimiento, acuérdense que fue lo
que paso en el tiempo del profeta Samuel, que el pueblo pidió rey para
parecerse a las demás naciones, ellos querían también el reconocimiento, ellos
buscaban la gala, la pompa, el cortejo, el protocolo, rechazando así al Rey de
reyes y Señor de señores, cambiando la gloria
sobrenatural de Dios, por la gloria natural del mundo.
QUE IRONIA
ELLOS CAMBIARON AL QUE LOS CUIDABA, AL QUE LOS DEFENDIA, AL QUE LOS LIBERABA DE
SUS ENEMIGOS, AL QUE PELEABA SUS BATALLAS, Por un rey terrenal, por un rey de
carne y hueso…hermanos pregunto ¿Ustedes quisieran cambiar la voluntad de Dios
de hacernos su templo humano donde quiere habitar el en su Espíritu Santo, por
un templo material?
Habían
pasado muchos años donde este templo móvil andaba de un lugar a otro, habían
pasado muchos años desde que Jehová había
establecido
esa forma de adoración, habían pasado muchos años desde que este templo había
sido construido, y a un hombre se le ocurrió hacerle un templo…no puede ser
posible que un hombre quiera contener TODA LA GLORIA, TODA LA MAEJESTAD, TODA
LA GRANDEZA DE DIOS EN UNA CONSTRUCCION…
Y por eso el
hombre construyo un templo, por eso el hombre construyo un edificio, por eso el
hombre construyo una estructura.
Porque un
edificio solo te da cobijo, porque solo un edificio nos da reconocimiento,
porque solo una construcción nos da una imagen de representatividad.
Por eso dice
la escritura que DIOS NO HABITA EN TEMPLO HECHOS POR HOMBRES…
Entonces la
biblia dice que todo lo anterior es un espejo de lo que había de venir…y lo que
en un principio fue establecer un templo MOVIL, era para que cuando Jesús
viniera a la tierra, a establecer en el hombre el templo para que morara el
Espíritu Santo, lo pudieran recibir.
Escuche lo
que dice 1
Corintios 6:19 ‘¿O no sabéis que vuestro
cuerpo es templo del Espíritu Santo, que mora en vosotros, el cual tenéis de
Dios?’
Y nuevamente dice 1 Corintios 3:16: ‘Porque ustedes son templos del Dios viviente.
Y Jeremías 31 dice: Yo habitaré en
ellos y andaré en ellos; y yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo, y Yo seré un
Padre para ustedes, y ustedes serán mis hijos e hijas, dijo el Dios
Todopoderoso.’
Y por lo
tanto, todos los que recibimos a Jesús en de corazón, permitimos que venga el
Espíritu Santo a morar con nosotros y desde ese momento pasamos a ser el TEMPLO
DE DIOS…
Marcos 13:1-2.
Jesús anuncia la destrucción del templo, pero nunca dijo que
seria otra
vez reconstruido… Al salir Jesús del templo, uno de sus discípulos le
dijo: –¡Maestro, mira qué piedras y qué edificios!
2
Jesús le contestó: –¿Ves esos grandes edificios? Pues no va a quedar de ellos
piedra sobre piedra. ¡Todo será destruido!
HAY UN SOLO
TEMPLO hay un solo lugar, en el que el Espíritu de Dios quiere habitar, y
nosotros somos el templo del Espíritu santo, el lugar donde ahora el Señor
decidió vivir, donde el decidió manifestarse.
Quitando de
en medio la burocracia, quitando De en medio la religiosidad, quitando de
en medio los sacerdotes, quienes nos
llevaban al perdón de pecados mediante los sacrificios, pero Dios en su
sabiduría y cansado de tantos sacrificios hechos por manos humanas, el declara
en 1ª Samuel 15:22-23. Que es mucho mejor obedecer a Dios, que los
sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros….Porque
como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la
obstinación…más claro no nos pudo hablar nuestro salvador….
Por eso el
día de hoy debes de saber que Dios no habita en templos hechos por manos
humanas, hoy debes de saber que Jesús estableció su templo en el corazón de
cada hombre, hoy debes de saber que ese templo eres tú, y soy yo, y que si
nosotros nos reunimos en un edificio o cualquier otro lugar no indica que ese
sea el templo de Dios, sino el lugar de reunión donde nos damos cita todos los
santos, es decir todos los apartados para Dios, para glorificar y exaltar a
Dios en confraternidad.
Debemos
construir nuestra vida como hijos de Dios, como templos de Dios para ser
levantados en el día del arrebatamiento.
Fíjense
bien, ahora ya no somos cualquier cosa, ahora ya no somos cualquier tipo de
personas, USTED, YO, NOSOTROS, y todos los que lo hayan recibido como salvador
y hayan recibido el perdón de sus pecados en el nombre de Cristo, por la gracia
de nuestro Señor Jesucristo valemos lo que pesamos en oro, porque el Espíritu
Santo mora en su corazón, así que por el
amor de Dios, usted no se descuide, y viva en santidad porque AHORA LA GLORIA,
EL PODER, y LA AUTORIDAD, del ESPIRITU SANTO
MORA EN NOSOTROS…
CONCLUSIÓN: Ahora
NOSOTROS SOMOS PORTADORES DE SU GLORIA y SOMOS EL TEMPLO DEL ESPIRITU SANTO,
ahora nos podemos presentar confiadamente delante de la presencia de Dios sin
ningún mediador humano, sin ningún sacrificio de sangre… el día de hoy por el solo hecho del
sacrificio de Jesús en la cruz del calvario, dice la biblia que en ese día, el
velo del templo se rasgó y desde ese momento usted, yo, nosotros, todos podemos
presentarnos delante de Dios sin temor.
Ya no más intermediarios. Un solo cordero, una sola muerte, un solo sacrificio,
un solo mediador que es Cristo, un solo templo……QUE PODEROSA DECLARACIÓN DE
PARTE DE DIOS…
¿Estas
buscando entrar en la presencia de Dios, para ser lleno de él, y ser limpiado
cada día más?
¿VIVIMOS
PARA QUE EL DIOS VIVO HABITE EN NOSOTROS?
Es realmente
triste y frustrante que un creyente no
camine sabiendo que ha sido creado para ser templo del Dios altísimo.
El
apóstol Pablo dice: ¿ustedes ignoran que somos templo de Dios?
Y
continúa diciendo: “cualquiera que destruya el templo de Dios, Dios le
destruirá a él porque el templo de Dios el cual sois vosotros santo es”..
No solamente
has sido creado para ser templo de Dios sino que fuiste creado para ser santo.
Es decir que
estamos apartados para que Jesús viva su
vida en nosotros.
¿Podría Dios
habitar en un lugar que no es santo?
¿Podría Dios
habitar en un corazón que no está dedicado a complacerlo?
¡No! Cuando
Dios habita en un corazón lo santifica.
En la
antigüedad cuando el pueblo se degeneró en su relación con Dios se acercó a la
idolatría, y así llegaron a ocurrir cosas muy sucias.
En la época
del rey Acab metieron baales dentro del
templo de Jehová; en otra época hombres que eran levitas -familias de
sacerdotes- comenzaron a acostarse con mujeres que estaban ahí para cuidar el
templo.
Dios comenzó
a ver esas cosas y comenzó a abominar el templo que había sido consagrado para
Él.
Dios le
escribe al profeta Ezequiel, y le habla a otros profetas diciéndoles: “mira lo
que han hecho en mi templo; las abominaciones que están haciendo”
¿Qué hace
Dios cuando el templo está contaminado?
Se retira y
abomina su santuario, abomina el lugar en el que ha puesto su Nombre y su
gloria se retira.
Cuando esto
sucede el templo se convierte en “una guarida de demonios”.
Si Dios no
habita en ti es peligroso porque puede habitar en ti una legión de demonios sin
que tú te des cuenta ni lo creas.
El Espíritu
Santo nos anhela celosamente, tan grande es el amor que Dios tiene por ti y por
mí, que envió a su hijo unigénito para que todo aquel que en El cree no se
pierda sino que tenga vida eterna.
Quien no deja
entrar a Dios se pierde y es condenado porque no sirve para aquello para lo cual
fue creado.
Algunos
creyentes cuando se les pregunta para qué fueron creados, responden: “Para la
gloria de Dios”, y ellos entienden que eso simplemente significa asistir a los
cultos ofrecidos a Dios, predicar su palabra, llevarse bien con las personas,
tener dinero y hacer todo el bien que puedan.
Pero, ¡no
estamos aquí en la tierra para eso! Estamos aquí para que el Dios viviente
pueda habitar en nosotros y guiar nuestra vida para gloriarse de nosotros y
cuidarnos llenándonos de su amor.
Cuando el
Espíritu Santo está en nosotros no necesitamos preguntar.
¿Qué tengo
que hacer?
Si habita en
tu vida el Espíritu Santo somos guiados por él, y donde está El, está el poder.
Romanos 8:14. Porque
todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
Hay otros
creyentes que dicen “bueno, yo leo la biblia pero no pasa nada” “yo voy a la
iglesia pero no veo cambios en mí.
No se trata
de cuanta Biblia conoces, porque eso no es suficiente, ¡el Diablo conoce más
Biblia que tú y que yo! Así hay personas que usan la Palabra de Dios y el conocimiento que tienen para golpear a otros.
Más bien se
trata de que en ti habite el Espíritu de Dios y que por tu boca sea El quien
hable, le permitas vivir su vida en tí.
Si tú
predicas la palabra de Dios en el lugar que Dios te mandó y en el momento que
Dios te mandó el resultado va a ser gloria, va a ser poder y fruto, si tu
predicas el evangelio en un lugar donde Dios no te mandó, y en un tiempo en el
que Dios no te mandó, entonces no va a haber fruto, porque Dios te respalda
cuando haces lo que Él quiere pero para que tú hagas lo que Él quiere tienes
que estar lleno de la presencia del Espíritu Santo.
¿PUEDE
EL ESPIRITU SANTO LLENARTE?
¿Estás
seguro que has sido lleno del Espíritu Santo?
¿Cómo podría llenarte el Espíritu Santo si hay
temor en tu vida, si hay vergüenza?
¿Te dominan
los recuerdos de tus fracasos y dolores?
¿Hay
amargura en tu corazón por algo que te hicieron?
Si no has
podido perdonar a alguien Dios no va a poder llenarte de su Espíritu, ni
producir su fruto y sus obras en ti.
El gran
engaño de Satanás es mentalizarte de tal manera que tú hables cosas de demonios
sin darte cuenta y que te parezcan lógicas y razonables.
Así es como
el mundo entero está lleno de demonios.
Hoy en el
mundo hasta hay creyentes que viven aborreciendo y dándose a aborrecer; Eso es
homicidio.
Si un
espíritu de homicidio está en ti, ¿cómo puede Dios llenarte?
Hoy la gente
se ha vuelto insensata, ya no sabe ni que es lo que hablan o hacen; proclaman
justicia ¿Cuál es tu justicia?
Hay quienes
dicen que son una mujer prisionera en un cuerpo de un hombre.
Otros dicen
que son hombres prisioneros en cuerpos de mujeres.
Otros culpan
a otros de sus malas obras, otros creen que por haber nacido y crecido en una
familia cristiana no tiene pecados, o no ha hecho cosas inmundas de las que
tenga que arrepentirse, pero el solo hecho de la falta de perdón y fastidio ya
es un acto de homicidio, es una inmundicia ante los ojos de Dios, etc.
¡El mundo
tiene que conocer la libertad de Cristo!
Algunos
dicen; cuando deje de pecar Dios me va a recibir.
En realidad
sólo no vas a terminar nunca de pecar, tú tienes que venir a Cristo para dejar
de pecar, el Espíritu Santo tiene que llenarte para dejar de pecar; el pecado
es obra de la carne, pero cuando Dios nos llena la carne no tiene lugar y el
poder de Dios se manifiesta en tu vida.
Tú
simplemente tienes que saber que has sido credo para ser templo de Dios y si
eres llenado por Dios él producirá en ti tanto el querer como el hacer por su
buena voluntad. Filipenses 2:13.
Dios hará en
ti una obra que no vas a poder creer. Por eso es que hoy hemos
venido a
pedirle a Dios llenura del Espíritu Santo.
CONCLUSION:
Jesús les
dijo a sus discípulos que no se movieran, que permaneciesen en Jerusalén y
esperaran la promesa del Padre y que después que viniera sobre ellos esa
promesa, el Espíritu Santo, serían sus testigos en Jerusalén, en Judea, en
Samaria y hasta lo último de la tierra.
¿Ha visto
usted cuantas veces se equivocó Pedro queriendo ayudar a Cristo? ¡Hasta lo
negó! ¡Juró, insultó y dijo que no lo conocía! También quiso detener a Jesús
para que no fuera a Jerusalén, pero cuando vino el Espíritu Santo sobre él,
reconoció que él no podría en sus propias fuerzas seguir a Cristo, y en la
primera reunión que hizo se entregaron 3000 personas a Cristo en Pentecostés, y
a los pocos días otras 5000.
Es hora de
reflexionar y acercarnos a Dios y decirle:
¡Señor!
queremos que hagas la obra en nosotros, límpianos, cámbianos por amor de tu
nombre, muchos de nosotros no éramos conscientes de que somos tu templo, Señor,
queríamos que nos llenaras para sentir alguna cosa especial pero no nos dábamos
cuenta que tú quieres llenarnos para habitar en nosotros. Quita de nosotros
toda cosa inmunda.
“Llénanos
Señor, derramaste tu sangre preciosa para darnos vida, santifícanos
para ser
templos tuyos. Espíritu de Dios purifícanos, llénanos para que nuestra
casa no
quede vacía, te lo pedimos en el nombre de Jesús.
Que ningún
pensamiento vano o malvado pueda entrar en nuestra mente. Jesús, mueve tu mano,
sopla tú Espíritu, Llénanos hoy, te lo pedimos en el nombre de Jesús, amén”.
Vemos porque
la necesidad de tener un Altar para Dios en nuestro hogar, pues si nos
conformamos solamente con los momentos en el templo, esto indicaría que estamos
limitando a Dios dejándolo para buscarlo en un sitio especifico como lo es en
el sitio de reunión como iglesia, no estancamos y nos empobrecemos
espiritualmente en nuestra relación con Dios.
CMi Devocional
– Mis momentos
con Dios
Serie Altar Familiar
Construyendo
mi Relación Como Hijo de Dios.
CONOZCAMOS LAS TRES CLASES DE
PERSONAS QUE FORMAN PARTE DE LAASISTENCIA EN LA IGLESIA, para que comprendamos la importancia de
asumir el compromiso de permanecer en el proceso de de aprendizaje como
discípulo de Jesús.
Para no quedarnos en la carne.
-
EL PRIMER GRUPO QUE ASISTE A LA IGLESIA SON:
LOS SIMPATIZANTES.
-
Asisten a la iglesia motivados por su estado de animo.
-
Le atrae la palabra de Dios pero no la obedece.
-
Interpreta la verdad de Dios de manera literal según su entendimiento.
-
Su alabanza es superficial según su estado de animo.
-
Rechaza examinar su vida con la palabra de Dios.
-
No tiene sentido de pertenencia, no asume el compromiso de vivir según
enseña el evangelio de Cristo.
-
-
San Mateo 13:3-6.. Y les
habló muchas cosas
por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a
sembrar.
- Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y
vinieron las aves y la comieron.
- Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó
pronto, porque no tenía profundidad de tierra;
- pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó.
En este
pasaje Cristo nos da la interpretación de lo que es una persona simpatizante de
Dios, son aquellas personas que reciben la palabra y les parece bonita y se
motivan mucho con las historias escritas en la biblia, pero continúan su camino
porque la palabra no produce impacto en sus vidas, no le emociona saber del
salvador.
-
SEGUNDO GRUPO QUE ASISTE A LA IGLESIA,
EL CREYENTE
CARNAL.
-
El creyente carnal ha desarrollado una disciplina de asistencia a la iglesia.
1ª Corintios
3:1-3. De manera que yo,
hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a
niños en Cristo.
- Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces,
ni sois capaces todavía,
- porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos,
contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?
Este
pasaje nos describe a la persona que ha creído en el bautismo para perdón de
los pecados, pero no a comprendido que lo que Dios pide para salvarnos es
nuestro corazón, y que debemos acercarnos a Jesús para que el viva su vida en
nosotros, y para esto debe hacer ciertos cambios en nuestra vida, pero esa
persona no lo acepta y se indispone cuando se le pide algo mas que cumplir con
la participación de las reuniones para dar ceremonia de culto a Dios.
Este es
el creyente carnal.
-
El carnal tiene reverencia hacia la palabra de Dios, pero se resiste hacer cambios radicales en
su vida.
San Lucas 18:18-25. Un
hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro
bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?
- Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno,
sino sólo Dios.
- Los mandamientos sabes: No adulterarás; no matarás; no
hurtarás; no dirás falso testimonio; honra
a tu padre y a tu madre.
- Él dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud.
- Jesús, oyendo
esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que
tienes, y dalo a
los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
Con
esta respuesta Jesùs lo que estaba haciendo
era dándole a conocer que su corazón estaba apegado a las riquezas de este
mundo y no en las riquezas celestiales.
- Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy
rico.
- Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán
difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!
- Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja,
que entrar un rico en el reino de Dios.
El
creyente carnal está más interesado en el cumplimiento de mandamientos, para
recibir beneficios materiales que espirituales, es decir que lo que lo motiva a
obedecer es la fe en que Dios le prosperara, dándole una posición económica de
alto nivel.
-
El carnal acepta las verdades espirituales, pero no toma una decisión firme de
arraigarlas en su corazón.
1ª Reyes 18:21. Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta
cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si
Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.
Es hora de
tomar una decisión seguimos a Cristo por lo que nos ofrece, o vamos tras las
cosas que ofrecen comodidad en este mundo;
pero no se
puede seguir a Cristo con intereses materiales, buscando una
posición de
estatus aquí en la tierra, por que de nada nos esta sirviendo cumplir
mandamientos del sistema iglesia.
2ª Corintios
10:3-6. Pues, aunque andamos en
la carne, no militamos según la carne;
- porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino
poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,
- derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el
conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a
Cristo,
- y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando
vuestra obediencia sea perfecta.
Aunque
seguimos en este mundo no debemos seguir en la lucha de conseguir una posición
en este mundo, sino que debemos hacer uso de las armas que Cristo nos dio para
derribar todo argumento que venga a nuestra mente para hacernos dudar de las
promesas de Cristo, cuando nos dijo que solo debemos buscar su reino y vivir en
èl, y el suplirá todas nuestras necesidades si no nos angustiamos ni dejamos
entrar el desespero, y confiamos en el que el proveerá. Esto lo leemos en Mateo 6:31-34.
-
El carnal su devoción de oración es pobre y su adoración es más emocional que
espiritual.
San Mateo 15:8-9.
Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón
está lejos de mí.
-Pues
en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.
La adoración
del creyente carnal está basada en sus emosiones, según como
se encuentre de
ánimo, y no procura entrar en la presencia de Dios, porque su
corazón esta
ocupado en las necesidades y deseos de su humanidad.
Pero veamos lo
que Jesucristo dice a estas personas….
San Juan 4:23-24.
Más la hora viene, y ahora es, cuando los
verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también
el Padre tales adoradores busca que le adoren.
- Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad
es necesario que adoren.
El Padre busca personas que lo adoren de esa
manera. Pues Dios es Espíritu, por eso todos los que
lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.
¿A qué se refería Jesús?
La lección que Jesús le trajo a la mujer
samaritana fue sencilla: la adoración a Dios no se debe limitar a una
localización geográfica o necesariamente regulada por las provisiones temporales
de las leyes del antiguo testamento.
Al llegar Jesús, la separación entre judío y
gentil no era importante – ni tampoco lo central del templo de adoración.
Cristo consiguió acceso equitativo para todos a través de Él.
Por lo cual, la adoración se convirtió en un
asunto del corazón (no acciones externas), dirigido por la verdad, no la
ceremonia.
¿Qué es nuestro
“espíritu”?
En Deuteronomio 6:4, se
menciona algo que Jesús repite en Mateo 22:37-38.
Todos lo conocemos:
Hemos aprendido que Dios formo Adán de tres
partes principales: cuerpo, alma y espíritu. El cuerpo es la
parte exterior que podemos ver del hombre. El alma es la parte interior del hombre y, que no se
puede ver. El espíritu es la parte más íntima del hombre mediante
el cual éste puede comunicarse con Dios.
Vamos a meditar sobre cada una de estas tres
partes del hombre.
EL ALMA Es la vida natural, o personalidad del ser humano “nuestro yo interior”
Nuestra alma es el
objetivo de Dios para salvarla de las consecuencias del pecado.
Porque es el soporte
inmaterial de nuestro cuerpo, y donde reside nuestra mente, o entendimiento y
nuestro espíritu, además de ser el lugar donde habita el Espíritu Santo.
MANEJA NUESTRA
VOLUNTAD: Lo que nos hace libres para decidir el rumbo de nuestra vida y las
elecciones que hacemos.
Todo en conjunto es la cajita donde se guardan los
Pensamientos y es juzgada después de la
muerte. Y su destino es la gloria eterna con
Cristo, oh la condenación eterna en el infierno.
El Espíritu Santo nos revela las cosas de Dios
en nuestro espíritu, y hace que estemos convencidos en nuestro interior de Su
veracidad, y nos ayuda a expresar ese amor desde nuestro corazón.
Pero es necesario el nuevo nacimiento por la fe,“ser bautizados en su nombre”, para que también
nuestra mente sea renovada, y podamos discernir y entender lo espiritual.
El espíritu del hombre no debe separarse del
Espíritu de Dios, nada podemos hacer lejos de Dios.
Para poder adorar a Dios en espíritu y verdad
necesariamente incluye amarlo con todo nuestro corazón, toda nuestra alma y
toda nuestra mente.
Nuestro corazón es nuestro espíritu,
¿Por qué?
Porque nuestro espíritu es todo lo que somos:
nuestro corazón, nuestra alma y nuestra mente.
Esa parte inmaterial de nosotros que cubre
nuestras emociones, nuestro carácter y nuestros pensamientos (en el artículo
anteriormente enlazado hay una descripción un poco más a fondo sobre qué es
nuestro corazón, qué es nuestra alma y qué es nuestra mente).
Por lo tanto, una adoración como Jesús la
describió requiere una sintonía y armonización de todo lo que somos dirigido a
un solo propósito: agradarlo a Él con todos los aspectos de quiénes somos.
¿Qué es “en verdad”?
El hecho de que nuestra adoración también
debe ser “en verdad” significa que nuestra
adoración está correctamente informada. Es decir, a menos que tengamos un conocimiento
sobre el Dios que adoramos (Sus atributos, Sus obras y Sus promesas), no se
puede adorar “en verdad.”
Una adoración a Dios “en
verdad” es diferente a “de verdad” o “de veras.” La sinceridad de nuestra adoración no tiene
que ver con Dios ni Sus atributos.
Cuando adoramos en
verdad, nos colocamos en el centro de la realidad sobre quién es Él, el
conocimiento de lo que ha hecho y la confianza de lo que ha dicho y espera de
nosotros.
Adorando “en espíritu
y verdad”
Tanto nuestro espíritu como la verdad y
realidad de quién es Dios y que espera de nosotros deben estar presentes para
que nuestra adoración honre a Dios.
El espíritu sin la verdad conduce a una
experiencia sencilla, sobre-emocional y animada. Una vez cese la emoción –
cuando se va el momento – también nuestra adoración.
Por otro lado, La verdad sin espíritu nos
puede llevar a cierto tipo de legalismo, sin gozo y sin pasión.
La combinación de ambos aspectos de la
adoración nos lleva a una valoración gozosa de Dios, a la luz de las Escrituras.
Mientras más conocemos sobre Dios y lo que espera de nosotros, más aspectos de
Su grandeza podemos adorar.
Mientras más conocemos, más profunda será
nuestra adoración. Mientras más profunda nuestra adoración, Dios es más
glorificado.
Es la verdad de lo que él nos da a conocer, y
sólo la verdad, lo que puede influir de forma apropiada sobre nuestras
emociones de tal manera que honremos a Dios.
La verdad de Dios, siendo de infinito valor,
merece infinita pasión. El hecho de que la adoración sea algo tan íntegro y
abarcador de nuestro ser, no se limita – Como bien dijo Jesús – a un lugar,
sino que adoramos a Dios con nuestra manera de vivir.
Por lo tanto, sin un profundo conocimiento de
la verdad de lo que es Dios lo que hace Dios por nosotros y lo que espera Dios
de nosotros no se podrá adorar en Espíritu y en verdad, la verdad depende de
conocer a Dios en su plenitud y entender su voluntad para con nosotros.
-
El carnal tiene incredulidad del poder de
manifestación de Dios.
San Mateo 18:20. Porque donde están dos o tres congregados en mi
nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
El
carnar duda que la presencia de Dios se pueda manifestar en la reunión de
un
grupo pequeño, o al buscarlo en casa EN EL ALTAR FAMILIAR, èl cree que
solo se
puede sentir en las iglesias grandes y con gran instrumental.
TERCER
GRUPO QUE ASISTE A LA IGLESIA.
EL DISCÍPULOS O
CREYENTES ESPIRITUALES.
Es fiel
en su asistencia a dar culto a Dios y lo hace con gozo. Sirve con afecto,
lealtad y disposición como iglesia de Dios, se deja enseñar y se sujeta a sus
pastores.
Leemos Hebreos
5:8-10. Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la
obediencia;
- y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna
salvación para todos los que le obedecen;
- y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de
Melquisedec.
El
creyente espiritual está convencido de esta gran verdad, lucha entonces por
soportar las aflicciones que se nos presenten por obedecerlo a èl, porque sabe
que de esta manera será perfeccionado en el amor de Dios.
Hebreos 13:17. Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos
a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta;
para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es
provechoso.
El espiritual
respeta al hermano que ministra como pastor, y recibe con respeto sus consejos
y obedece los cargos impuestos por el para el servicio en la iglesia, y no se
queja de los errores que pueda cometer en su humanidad.
Hechos 9:25. Respondiendo Pedro y los Apóstoles,
dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a
los hombres.
El espiritual
sabe que habrá ocasiones en que el hermano pastor, u otro hermanos o cualquier
otra persona puede fallar en cuanto a la interpretación de la doctrina, y
pedirle que haga algo que no va de acuerdo con la palabra de Dios, así como en
este pasaje pero no obedecerá porque tiene bien claro que por encima de todos
los mandos o concejos esta el obedecer a Dios.
-
El Espiritual Percibe las cosas del Espíritu Santo porque
se ha ejercitado en la comunión con Cristo para el discernimiento de su
palabra.
Leemos 1ª Corintios
2:13-15. Dice: Lo cual también hablamos,
no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el
Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.
- Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del
Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se
han de discernir espiritualmente.
- En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es
juzgado de nadie.
- Porque ¿quién conoció la mente del Señor?
¿Quién le instruirá? Más nosotros tenemos la mente de Cristo.
El creyente
espiritual ya no hace uso de los dichos y expresiones de palabras según la
información del mundo, sino que hace uso de dichos y expresiones adquiridas por
el conocimiento de Cristo, y analiza y saca conclusiones conforme a lo que
Jesucristo le a dado a saber por su evangelio, siempre buscando una conexión
con Dios, para entender lo que quiere darnos a entender Dios, y no busca la
razón humana, o la lógica del mundo.
-
El espiritual se examina así mismo y se juzga.
1ª Corintios
11:31-32. Si, pues, nos examinásemos a nosotros
mismos, no seríamos juzgados;
- más
siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados
con el mundo.
2ª Corintios 13:5. Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros
mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a
menos que estéis reprobados?
El
espiritual toma la lectura de la palabra de Dios para comprobarse, o confirmarse
asì mismo si está viviendo y actuando conforme Cristo habla. Y no lo hace para
demostrarle a los demás ni para presumir sino para alegrarse en Dios,
confirmando que la vida de Cristo está en èl, y si la vida de Cristo esta en
èl, entonces el Espíritu Santo está morando en èl.
-
El espiritual es reverente con la palabra de Dios, la estudia, la vive y la declara.
Hechos 17:11. Y
éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la
palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si
estas cosas eran así.
El espiritual dedica tiempo a la
lectura y meditación de la palabra de Dios para confirmar si la interpretación
de lo que le están enseñando es conforme a la palabra de Dios, o no.
Y no solo hace esto en cuanto a lo que
le enseñan, sino que dedica tiempo a esto voluntariamente sin que otro le
mande, por que busca crecer en su relación con Cristo para tener un pleno
entendimiento de quien es èl y lo que quiere de cada uno de nosotros para de
esta manera agradarlo y poder tener una comunión íntima con el Espíritu Santo.
-
El espiritual tiene disciplina de oración intercede por el
prójimo.
Efesios 6:18. Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y
velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;
El
espiritual ora constantemente, su oración la basa conforme el conocimiento que
Jesùs le a dado.
Ahora,
orando en el Espíritu Santo, no es presentar una lista de pedidos a Dios.
Esto
significa que usted y yo reconocemos a nuestro enemigo, y que nos apropiamos de
los recursos espirituales de Dios.
Nos
aferramos a Dios para todo aquello que es espiritual, para que podamos ser
llenos de toda la plenitud de Dios.
El espiritual distingue
entre oración y súplica.
La oración es general, y la súplica es específica. Toda
oración debe ser hecha en el Espíritu, es decir, guiada y controlada en el
Espíritu, para que sea una oración eficaz.
Buscando
y clamando por ayuda en nuestras áreas no convertidas, para que Cristo nos
ayude a vivir de manera espiritual y no vivir por cosas que desea nuestra
carne.
Este es
el comportamiento del espiritual.
-Para la
persona espiritual Cristo es parte de su vida y le da el gobierno de su vida y
vive en humildad.
El bautismo Significa muerte, sepultura, y
resurrección.
Cristo murió por nosotros, fue sepultado y resucitó
glorioso al tercer día.
El espiritual tiene claro que descender al agua es
un símbolo visible de que nuestra vida vieja y pecaminosa la enterramos bajo el
agua, para resucitar a nueva vida obedeciendo Las enseñanzas del reino de Dios.
El bautismo en agua es nuestra plena identificación con la muerte,
sepultura y la resurrección del Señor.
Nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con
él, para que el cuerpo de pecado sea destruido y sepultado.
Si no tenemos bien claro este compromiso no se
podrá efectuar proceso de la nueva vida en nosotros y no podremos resucitar a
vida eterna en Cristo.
San Mateo
16:24-25. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si
alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y
sígame.
- Porque todo el que quiera salvar su vida,
la perderá; y todo el que pierda su vida Por causa de mí, la hallará.
Seguir a Cristo es vivir las cosas que él
vivió y para eso debemos negarnos a nuestros deseos y renunciar a reclamar
derechos, y estar dispuestos a crucificar nuestra naturaleza carnal de manera
voluntaria.
Cristo no se negó a dejarse crucificar,
tampoco busco su propio beneficio, ni se defendió.
Esto es hacer morir nuestra naturaleza humana.
Si nos resistimos a perder entonces moriremos es decir
perderemos el
Respaldo de Dios. Pero si por no perder la comunión
con el Espíritu de Dios renuncio a complacer mi naturaleza carnal y renunció a
tener un trato justo, entonces viviré con el respaldo de Dios que me dará paz,
y gozo en mi ser interior y conservare el regalo de la vida eterna.
No gastemos todas nuestras fuerzas y nuestro tiempo
solamente en buscar las cosas de Este mundo, recordemos que hicimos un
compromiso con Dios de entregarle nuestra vida para que el viva su vida a en
nosotros.
Gálatas 2:20. Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no
vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la
fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
El espiritual tiene claro la necesidad de permanecer
siendo discípulo de Cristo.
Porque solo siguiendo la vida de Cristo mis pasiones
carnales con todo y vicios serán crucificados y sepultados, hasta que muera,
dando paso a la vida en el Espìritu.
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